Cadalso de los Vidrios
Hace poco, recibimos una llamada de un propietario de una vivienda en Cadalso de los Vidrios, quien nos mostró profunda su preocupación por el radón. La inquietud surgió después de que su perro, que solía dormir en una pequeña caseta en el jardín, falleciera a los tres años de edad sin razón aparente. Tras este suceso, y al haber oído hablar sobre los riesgos del radón, el dueño decidió contactar con nosotros para hacer una medición.
La vivienda era una casa de tres plantas, con un sótano donde se almacenaban herramientas y objetos de uso cotidiano, y una planta baja que albergaba las principales áreas de convivencia. Nuestra empresa acudió rápidamente al lugar y realizamos una medición exhaustiva en todas las plantas. Los resultados suponían un riesgo elevado: los niveles de radón eran diez veces superiores al valor recomendado para la salud, estableciéndose en valores por encima de los 3.000 Bq/m³, cuando el límite recomendado en España es de 300 Bq/m³.
El problema era especialmente grave en el sótano y la planta baja, donde la concentración del gas radón alcanzaba niveles preocupantes. Estos espacios, frecuentados a diario por el propietario y su familia, presentaban un riesgo elevado para la salud, y esto incrementó aún más la preocupación del dueño.
Tras analizar la situación, diseñamos un plan de intervención específico para esta vivienda, con el objetivo de reducir drásticamente los niveles de radón en las zonas más afectadas. Las obras consistieron en mejorar la ventilación del sótano y sellar posibles puntos de entrada del gas desde el suelo. El trabajo fue llevado a cabo con especial cuidado para no interferir en la vida diaria del cliente y fue completado en un plazo breve.
Una vez finalizadas las intervenciones, realizamos una nueva medición para verificar la eficacia del sistema implementado. Para nuestro alivio y el del cliente, los resultados mostraron que los niveles de radón estaban por debajo de los 100 Bq/m³, un rango seguro para la salud.
El éxito de la intervención trajo consigo una inmensa tranquilidad para el dueño de la vivienda, quien ahora puede estar seguro de que tanto él como su familia están protegidos frente a los riesgos del gas radón.